domingo, 25 de mayo de 2008
きのどく
Hundido me sentí
cuando supe que te fuiste,
el sol se apagó e hizo que ciego quedase,
pues sino siento tu respirar
jamás volveré a querer.
Perdí mi mirada,
algo me invadió
que quise volcar lágrimas de mis ojos,
que nublo mi sentido,
que penetró en mí con gran dolor.
Algo tuyo,
tu mirada, tu piel, tu voz,
tu recuerdo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario