sábado, 31 de mayo de 2008

そうべつ


Una despedida. Aún no me he ido pero ya lo siento. Ya siento la distancia. La tierra y el cielo que se estiran indeseables. Sí, ya lo siento. No es dolor, porque no duele como una herida. Es diferente. Algo que me quiebra, me rompe. Algo que me aprieta la garganta, y noto la saliva mas espesa. Algo que hace que mis labios se unan rígidos, que la barbilla se deshaga en temblores, y que de los ojos despunte algún cristal afilado, que se va clavando poco a poco a lo largo de la mejilla.
Aún no me he ido y ya lo siento.
Siento los días precipitándose sin perdonar a nadie; el tiempo siempre presente se convierte en pasado. Recordar. Eso es lo que será todo ésto. Un recuerdo dulce preso en la memoria durante no se sabe cuanto, peroque poco a poco se desvanecerá, se diluirá junto a otros recuerdos, como se diluye todo aquello que no perdura. Dejará de existir. Quizá renazca por momentos. Un detalle que te hace pensar y buscar en la mente algo que ya no es.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hermoso texto. Muy bonito. Real.

Pero... Por qué todo lo que cuelgas últimamente es triste?

Unknown dijo...

de eso se tratan los recuerdos

un beso

Nigihayami dijo...

Quizás eske ultimamente todo es triste.